El colesterol es una sustancia que todos tenemos en la sangre, es imprescindible para nuestro organismo porque participa en procesos esenciales pero es importante mantenerlo en los niveles adecuados.
Los niveles deseados de colesterol total tienen que estar por debajo de 200mg/dl, los LDL ¨colesterol malo¨ por debajo de 100 mg/dl y los de HDL ¨colesterol bueno¨ superior a 40 mg/dl en el hombre y 50 mg/dl en la mujer.
La ingesta de grasas saturadas acompañada de llevar una vida sedentaria, puede incrementar los niveles de LDL, y acumularse en la pared de los vasos sanguíneos.
Hoy Stefanie Vera, Nutricionista y Farmacéutica nos da algunas pautas a seguir en una dieta para hipercolesterolemia.
- – Reducir las grasas de origen animal (saturadas) a un 10% del total de la dieta, como carnes rojas, y las grasas trans o hidrogenadas que se incluyen en la bollería. Evitar los alimentos procesados o ultraprocesados.
- – Aumentar la ingesta de alimentos como cereales integrales, legumbre y grandes cantidades de verduras y hortalizas, que aporten entre 20-30g al día de fibra. Esta fibra es soluble y ayuda a evitar que el tracto digestivo absorba el colesterol.
- – Incluir en nuestra dieta alimentos con grasas “buenas”: grasas monoinsaturadas como el aceite de oliva y el aguacate y poliinsaturadas como el pescado azul (salmón, atún, sardina…) y los frutos secos.
- – Tomar unas cinco piezas entre frutas y verduras al día, que nos aportan vitaminas y minerales y son ricas en antioxidantes. Además, una dieta rica en frutas y verduras puede aumentar las sustancias importantes que reducen el colesterol: estanoles o esteroles vegetales.
- – Evitar los alimentos fritos, se recomienda cocinar a la plancha, asado, hervido, al microondas o papillote; para cocinar, usar siempre aceite de oliva virgen y retirar la grasa visible de la carne antes de cocinarla y la piel a las aves.
- – Moderar o evitar el consumo de alcohol.