Cuándo llega el momento de estudiar, ¿te distraes con una simple mosca?
A la hora de sentarte a estudiar debes intentar relajarte, eliminar los pensamientos y asuntos que te preocupan y focalizarte en lo que vas a hacer. Este es el primer paso para rendir al máximo en el estudio y aprovechar todo el tiempo que le dediques.
Además, hay diferentes factores en nuestro día a día que nos influyen negativamente en nuestra concentración ¿los conoces?
1- No llevar una dieta equilibrada.
Cuando estés estudiando debes cuidar al máximo tu alimentación e intentar llevar una rutina de comidas sanas y equilibradas. Es recomendable que tu dieta se base en alimentos sanos, frescos y ligeros.
2- El sedentarismo.
Realizar actividad física, te ayudará a eliminar el estrés y liberar endorfinas, produciendo una sensación de bienestar.
3- Una mala hidratación.
Un estado de deshidratación afecta al rendimiento cerebral que va acompañado de un gasto extra de glucosa, provocando que sientas cansancio y somnolencia, lo que hace que disminuya tu concentración. No te olvides de tener cerca un vaso o botellín de agua cuando estés estudiando.
4- El cansancio.
Para que tu mente pueda recargarse de energía y esté descansada, debes dormir entre 7 y 8 horas diarias. Estando cansado, tu rendimiento disminuye y esto podría hacerte sentir desmotivado.
5- El desorden.
Tener un espacio limpio y ordenado, sin cosas que te distraigan nos ayudará a concentrarnos.
Un estudio realizado en el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Princeton, concluyó que tener múltiples estímulos presentes en el campo visual al mismo tiempo, hace que estos compitan en la representación neurológica, desgastando nuestra capacidad de concentración.
6- Desorganización.
No tener unos horarios fijos de estudio, muchos asuntos pendientes y no llevar una organización sobre ellas, hace que nos centremos en varias cosas a la vez y no nos focalicemos en una única tardea, reduciendo el ritmo de rendimiento.
7- El móvil o Tablet.
Tener cerca el móvil, el ordenador o la tablet, hace que estemos pendientes de notificaciones o llamadas, además de tentarnos de usarlos, haciéndonos perder tiempo.